Establecer un calendario de cultivo es imprescindible para organizar tu huerto y jardín.

La conexión con los ciclos de la naturaleza a través de la cocina estacional aporta coherencia y salud a lo que comemos en relación a nuestro entorno, y gracias al calendario de primavera podremos saber fácilmente qué alimentos son los más adecuados para el momento del año en el que nos encontramos y la localización dónde vivimos.

El mejor momento para empezar un huerto es la primavera, sin lugar a duda. Previa planificación, la primavera está llena de actividad y es cuando podremos ser testigos del resurgir de todas las plantas que han estado paradas durante el invierno.

La primavera es la época por excelencia, donde todo está vivo y más trabajo y faena se va a tener. Al inicio de esta estación hay que realizar todas las siembras que se quieran cosechar durante el verano y principios de otoño.

 

 

 

Calendario de primavera: qué hacer en marzo, abril y mayo

Las plantas nos acompañan durante todo el año, y este último, nos han hecho más compañía que nunca. Como seres vivos que son, las sembramos, las plantamos, las trasplantamos, las regamos, las cuidamos, nos preocupamos por ellas. Y ellas, siempre agradecidas, nos regalan su belleza, sus frutos y sus flores. Y es ahora, en primavera, cuando ese gran regalo de la vida adquiere su mayor esplendor, añadiendo belleza y color, perfume y armonía a todo cuanto nos rodea. “Mientras haya en el mundo primavera, ¡habrá poesía!”, escribió Gustavo Adolfo Bécquer.

Pero la primavera no sólo inspira a los poetas y altera el corazón de los enamorados. También alegra la vida de los amantes de la jardinería. Porque es la época en la que el esfuerzo y la pasión por las plantas dan sus mejores frutos. Pero no olvidemos que también es la época de más trabajo, en el jardín o en el huerto. En este post te contamos cuáles son las labores imprescindibles para los meses primaverales. Así que, manos a la obra.

Marzo

Tareas a realizar en marzo

Los fríos invernales van dejando paso a la primavera, con sus temperaturas suaves, sus lluvias y sus crecientes horas de luz.

Es tiempo de vigilar con atención los semilleros y camas calientes, ya que disminuye el frío durante la noche y el sol calienta más y más horas durante el día. A medida que vayan aumentando las temperaturas, podemos ir trasplantando al terreno definitivo las hortalizas sembradas en semilleros durante el invierno.

Es el momento perfecto para empezar a plantar árboles y arbustos de hoja perenne, y también los de hoja caduca que no hayamos plantado en invierno, a causa del frío.

Durante este mes, el césped brotará de nuevo, así que es buen momento para resembrar y cubrir las zonas más castigadas por el invierno.

Igualmente, en estas primeras semanas de la primavera es cuando debemos prestar atención a la prevención de plagas y enfermedades, evitando su propagación antes de que el daño sea irreversible. También empiezan a germinar las malas hierbas, invadiendo terreno y robando el agua y los nutrientes a las plantas de nuestro jardín.

En zonas de clima más suave, podemos empezar a podar los arbustos que hayan terminado su floración, para que desarrollen ramas más vigorosas en la siguiente floración.

Qué podemos sembrar en marzo

Entre las plantas de flor, tenemos un colorido abanico de posibilidades: amaranthus, caléndula, cleome, freesia híbrida, lobelia, amapola, violeta africana (saintpaulia) y, especialmente, la rosa. En su mayoría florecerán durante los meses de mayo, junio y julio.

Las hortalizas que debemos sembrar este mes son, entre otras, cebollas, coles, fresas, lechugas, rábanos (todos en plena tierra), así como alcachofas, cardos, melones, sandías o tomates (en camas calientes).

 

Qué podemos plantar en marzo

Árboles y arbustos de hoja caduca sensibles al frío (tipuana, jacaranda, grevillea, clematis…); anuales de floración primaveral (petunias, tagetes, capuchinas); esquejes de geranio o crisantemos; trasplantar tomates, repollos, calabazas, pepinos, berenjenas…

 

Abril

Tareas a realizar en abril

Durante este mes, cuidado con las escarchas, sobre todo en zonas del interior y montañosas. Para evitar daños en las plantas más jóvenes, conviene resguardarlas del frío con cualquier tipo de tela o plástico anti-heladas (siempre transparente, para que deje pasar la luz).

Es el mejor momento para realizar los esquejes de árboles y arbustos de hoja persistente, con consistencia semileñosa. Y también para sembrar en tierra las plantas bianuales y vivaces que florecerán el año siguiente.

Hay que efectuar la plantación de los bulbos de floración estival, siempre de forma escalonada a lo largo de todo el mes (para prolongar su floración).

Debemos cambiar a maceta los esquejes que vayan enraizando. Eso sí, preparando una mezcla rica en nutrientes.

Es también momento para dar una poda de formación a los árboles y arbustos jóvenes, para aumentar su fortaleza y frondosidad; sin olvidar quitar las ramas secas. También debemos podar los árboles y arbustos de floración precoz, una vez haya pasado ésta.

En cuanto al césped, si no has hecho el primer corte en marzo, este es momento de hacerlo.

Qué podemos sembrar en abril

Las plantas de flor que puedes sembrar en abril son, por ejemplo, alyssum, zinnia, estrella llameanta (liatris), nemesia, gazania, euphobia marginata, reina margarita y, especialmente, la hortensia y la petunia.

Entre las hortalizas puedes elegir una amplia variedad para sembrar en plena tierra: lechugas, acelgas, ajos, calabazas, espinacas, coliflor, patatas, zanahorias…

 

Qué podemos plantar en abril

Durante este mes podemos plantar bulbosas (iris, dalias, gladiolos), así como los macizos de petunias, caléndulas, alyssum, godetias, dianthus…; también trasplantar endivias, lechugas, berenjenas, tomates…; y, ya que estamos, cosechar guisantes y judías.

 

Mayo

Tareas a realizar en mayo

Es probablemente el mes que más trabajo conlleva de todo el año. Para empezar, ya podemos retirar la protección de mantas y cañizo a los semilleros durante la noche, y airearlos durante el día. Ahora es vital proteger de la acción directa de los rayos solares las jóvenes plantas de los semilleros.

Hay que empezar a prestar atención a los riegos. Casi a diario y a primera hora de la mañana. Y vigilando las lluvias de primavera, porque a veces pensamos que han regado por nosotros pero en realidad el agua no ha llegado al suelo en profundidad.

Durante este mes podemos sembrar la mayoría de las plantas anuales, bianuales y vivaces, así como hacer los esquejes de tallo tierno. También plantar los últimos bulbos de floración estival y otoñal.

En el huerto, hay que preparar el terreno eliminando restos de anteriores cosechas, para empezar a trasplantar las hortalizas sembradas los meses anteriores. Una labor que conviene hacer en las últimas horas de la tarde.

Es tiempo de plagas, especialmente en los árboles y arbustos frutales; así que no debemos demorar los tratamientos antiparasitarios. Es importante pulverizar cada  diez o quince días.

También es el momento de podar los árboles y arbustos ornamentales que ya hayan pasado la floración primaveral.

Atención especial al césped, ya que necesita riegos frecuentes y cortes cada 8-10 días. Y en cuanto aparezcan malas hierbas, debemos eliminarlas en seguida, a mano o con herbicidas selectivos.

Y, finalmente, es el momento tan esperado en que podemos sacar al jardín las macetas que han estado protegidas durante el invierno, en casa o en el invernadero.

Qué podemos sembrar en mayo

Innumerables plantas de flor, como crisantemos, coreopsis, digitalis o dedalera, erysinum, iberis, lavatera, prímula, impatiens (conocida como “alegría del hogar”)… Y también la gloxinia y el geranio.

Muchas hortalizas están esperando el mes de mayo con ansiedad: tomates, acelgas, brócoli, calabacín, pepinos, melones, perejil, repollo; y, si no las hemos sembrado antes, zanahorias, lechugas, cardos, col, espinacas…

 

Qué podemos plantar en mayo

Es el mes ideal para plantar los geranios, begonias tuberosas, dalias, cannas, petunias y los últimos bulbos de flor (gladiolos, crocosmia); para hacer los esquejes de los crisantemos o los claveles; para injertar rosales; trasplantar alcachofas, brócoli, repollo, cebolla, lechuga…; y para recolectar los espárragos, tan apetecibles en esta época.

 

En definitiva, llega la primavera después de un largo invierno y, con ella, se renueva nuestra pasión por el jardín. Por cuidarlo y disfrutarlo. Por vivirlo. Decía el actor Robin Williams que la primavera es la manera que tiene la naturaleza de decir: ¡Festejemos! Pues eso, a jardinear y a festejar.